viernes, 2 de octubre de 2009

VOTEMOS ROSADO


”No existe sociedad democrática con criminales protegidos y donde el Poder Judicial esté atado de manos para actuar con independencia” Coordinadora Nacional por la Anulación de la Ley de Caducidad

Votemos rosado para anular la Ley de Caducidad

La Corte Electoral se inclinará, finalmente, por una papeleta de color rosado para el plebiscito anulatorio de los artículos 1º, 2º, 3º y 4º de la Ley de Caducidad, al desechar el naranja por su alto costo y escasez en el mercado.

La Ley de la Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado no permite que se castiguen todos los crímenes cometidos contra la sociedad por los militares y policías durante el período de dictadura. Esta Ley ampara el terrorismo de Estado, es inconstitucional porque impide que el Poder Judicial actúe de forma independiente y anula las garantías democráticas. Viola además tratados del Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Si la Ley de caducidad no se anula, no se podrá investigar los casos que en ella se amparan.

Cuando la ley de Amnistía concedió como beneficio extraordinario la reducción de la pena, computando tres días por cada día de prisión en los casos de culpabilidad, lo hizo a raíz de las condiciones inhumanas en que los presos de nuestro país estuvieron recluidos, a raíz del aislamiento y la tortura que sufrieron durante todos esos años. Un año en el infierno fue computado como tres años de prisión. Los culpables y sus encubridores aceptaron de esta manera que la reclusión de las/os presos fue infrahumana. Mientras la Ley de Amnistía obligó a investigar y a juzgar nuevamente los casos de detenidos por crímenes graves y estableció una amnistía parcial, la Ley de Caducidad absolvió los crímenes de lesa humanidad, dicha impunidad abarcó a los policías y militares. Esta ley impide que el Poder Judicial actúe de forma libre para conocer la verdad y juzgar a los responsables que aún no han pagado por sus delitos.

Se fomenta la”teoría de los dos demonios” como forma de justificar la tortura y la represión, sin siquiera tener en cuenta que dichos métodos no fueron dirigidos solo a los guerrilleros, sino que abarcaron y afectaron a toda la sociedad. Lo que sucedió en nuestro país no fue simplemente un enfrentamiento entre militares y subversivos con las consecuencias que esto acarrea y aunque así hubiera sido, no hay razón suficiente que justifique los crímenes que se cometieron durante ese oscuro período de nuestra historia.

Tampoco se tuvo en cuenta el hecho de que muchos de los crímenes por los que se juzgó a los detenidos fueron reconocidos bajo tortura. Se sabía lo que los militares eran capaces de hacer, no dudaron en vejar a sus prisioneros, asesinar e inclusive desaparecer gente, no dudaron en secuestrar niños inocentes ni en aterrorizar a las familias.

La campaña por anular la Ley de Caducidad es sin ser político-partidaria una responsabilidad moral y ética que nos concierne a todos. Los DDHH deben ser protegidos y van más allá de los partidos o sectores a los cuales pertenecemos.

Sin importar a quien votes el 25 de octubre, o inclusive si no pensás votar a nadie, es importante que contribuyas a dar un espacio, un rostro a la verdad que todos tenemos derecho a conocer y que debemos exigir sin justificar los horrores que se cometieron durante la dictadura convirtiéndonos en cómplices. Vota por el SI, por anular y declarar inexistentes los artículos 1,2,3 y 4 de la Ley No. 15848, que el trabajo de quienes recogieron las firmas para llegar a este plebiscito no haya sido en vano. Sé consciente de que este tema no se va a terminar si no se anula la Ley de Caducidad, no se puede cerrar un capítulo en la historia si las heridas aún sangran, si hay casos en los que no se sabe la verdad. ¿Como pedirle a alguien que olvide la muerte de sus padres, de sus hermanos, de sus hijos, de sus compañera/os, como exigir a una persona que deje de honrar a sus muertos…?

En nombre de quienes fueron secuestrados, asesinados, torturados, encarcelados en condiciones inhumanas, de quienes sufrieron arbitrariedades, de los hijos que crecieron sin sus padres, en nombre de todos nosotros, levantemos la voz para exigir verdad y justicia.

Ésta es nuestra historia, hay que construir el futuro de manera responsable, debemos cuidar el derecho a la memoria y decir nunca más al terrorismo de Estado.

Veronika Engler

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